¡El futuro es hoy!, muchos hemos entendido eso al pasar por diversos tipos de circunstancias como consecuencia de esta Pandemia. Algunos piensan o hasta planifican el regreso a la “normalidad”, mientras que para otros ya esta realidad que vivimos es la nueva normalidad. Hablemos un poco sobre todos esos cambios visibles o “invisibles” que han modificado nuestro día a día.
Iniciemos, recordando un poco cómo era todo en el año 2018 – aunque sí que hemos tenido realidades diferentes -. Si puedo agregar mi experiencia personal, el 2018 trajo para mí la posibilidad de adentrarme en el mundo digital, mucho más de lo que entendía. El teletrabajo se convirtió en mi realidad, hasta que en 2019 en Venezuela comenzó la crisis del servicio eléctrico peor visto en nuestra historia.
Cuando estás trabajando remoto las prioridades cambian, y eso es lo que sucedió cuando el COVID 19 entró como actor principal y determinante de las labores cotidianas. Sabemos que hubo enormes cambios en el área de salud, pero ¿y las demás áreas que son indispensables para la vida? ¿Qué pasó con la educación, por ejemplo, o en las áreas económico-productivas?
Para la gran mayoría era indispensable trasladarse diario a una oficina a cumplir actividades. Ahora, ha sido una real revolución tecnológica, que ha traído el cambio de la metodología para el cumplimiento de objetivos, planes, y proyectos sin la necesidad de presentarse en un espacio de trabajo.
Ya es preciso destinar un espacio de la casa para el teletrabajo, y lo cierto es, que en algunos casos se convirtió en un desafío, mientras que para otros ha sido un sueño hecho realidad. Comenzando con el hecho de tener una infraestructura tecnológica adecuada, como una red de conexión a Internet estable, servicio eléctrico ininterrumpido, y una buena herramienta de trabajo, hasta comenzar de cero a manipular y entender como teletrabajar. Porque sí, no todos estamos familiarizados con los avances tecnológicos, y tampoco todos tenemos acceso a servicios de calidad.
Uno de los desafíos al tomar en cuenta es, ¿cómo los gobiernos deberán ajustar sus políticas para establecer nuevas estrategias en esta nueva era? Y ¿cómo tener un crecimiento económico real en esta 4ta era digital? Pues, los gobiernos tienen la obligación de invertir en la infraestructura tecnológica. Aunque, sabemos que no todos los países tienen esto previsto en el Plan del Estado. Por ello, las inversiones y alianzas podrán ser clave para la reactivación de la economía.
Hay empresas, instituciones u organizaciones que requieren mano de obra presente en sus actividades diarias, pero afortunadamente hay otras que han promovido el teletrabajo o trabajo remoto generándose así una mayor productividad en sus empleados. Porque es que hay que verle lo positivo a andar en pijamas mientras trabajas ¿o no? Se han dado cuenta que no hace falta obligar a un empleado a cumplir con un horario de oficina, siempre y cuando el trabajo se haga, e incluso ofrecerle la oportunidad de realizar otro tipo de actividades u oficios.
Algunos se han preguntado el porqué del aumento de productividad, y pues, en primer lugar, el simple hecho de estar en casa, da una sensación de tranquilidad. También el no tener que despertar con una alarma ruidosa o lidiar con el transporte público. Existe la posibilidad real de iniciar cualquier tipo de estudios, ya las horas de trabajo no son impedimento para alimentar el intelecto, y es que no hay nada mas valioso que el conocimiento.
Ha sido violento el crecimiento de plataformas de aprendizaje, capacitarse es un compromiso personal, para estar a la vanguardia. Udemy, Coursera, Emagister, Domestika y muchas otras webs abrieron la ventana para las personas entendieran cómo funciona la educación a distancia, y también perdieran el miedo a intentar. ¿Qué implica esto?, que deberán implementarse controles de calidad, innovar debe ser un pilar fundamental en los contenidos que serán impartidos por los docentes e instructores en estas plataformas.
Incluso, el dominio de nuevos idiomas será punto de clave para el crecimiento profesional, ya que muchos contenidos se encuentran en la web están en idiomas como el inglés, portugués o francés. Aplicaciones móviles y otro tipo de plataformas para aprendizaje de idiomas se impulsaron con la pandemia, el uso de Rosetta Stone, Ablo, cursos a distancia como Open English, seguirán teniendo un crecimiento constante en los años venideros. Y, para aquellos que solo ofrecían clases presenciales, debieron comenzar a desarrollar un espacio virtual donde puedan impartir conocimiento y recibir la retribución monetaria correspondiente.
Otras plataformas que han tenido un auge impresionante, son las que ofrecen empleos o trabajos cortos (proyectos). Freelancer.es o Fiverr, son algunas de las plataformas que han experimentado un gran flujo de subscriptores alto, tanto para ofrecer un empleo como para optar como candidato para algún proyecto. Estas tienen un personal que actúa como reclutador, si tu perfil se ajusta para algún proyecto pueden ofrecértelo, y si no, personalmente se pueden realizar búsquedas dependiendo de las habilidades que se tengan.
Por otro lado, es imprescindible tomar en cuenta a ese porcentaje de población que no tiene la posibilidad ni siquiera de tener un computador en casa. Así como hay gente que les ha parecido un sueño hacer todo desde casa, hay población que ha sido un reto o más bien una pesadilla. La UNICEF emitió cifras en las que especifica que un porcentaje importante de niñas, niños y adolescentes no puede acceder a la educación a distancia, por su localización, condición económica o falta de alfabetización tecnológica.
La desigualdad social debe atacarse, o podría abrirse más la brecha entre “clases sociales”, haciéndose evidente la vulnerabilidad de unos contra la posibilidad de otros para luchar contra la enfermedad, el desempleo. En otras palabras, la pobreza extrema podría convertirse de nuevo en un punto que atacar para los gobiernos.
En algunos países se apresuró el desarrollo de tecnologías como 5G, ya que la demanda de una conexión web estable aumentó considerablemente, al igual que la necesidad de tener acceso a dispositivos móviles desde los que se pueden realizar todo tipo de actividades. La realidad aumentada y virtual han tomado un terreno muy importante en los últimos años, empresas han utilizado estas tecnologías para trabajos a distancia y poder visualizar modificaciones o tomar decisiones acerca de sus proyectos.
El confinamiento ha traído cosas negativas, pero también positivas. Hace algunos meses la Agencia Europea Espacia (ESA) y la Agencia Internacional de Energía (IEA) emitieron boletines donde especificaron cómo en los primeros meses de confinamiento temperatura del aíre disminuyó, conjuntamente con las emisiones de C02.
¿Que sugiere esto?, quizás que el teletrabajo puede ayudar a mermar el desastre que nosotros mismos hemos causado en el ambiente – que no quiere decir que aplacará por completo la crisis ambiental o se frenará el cambio climático-. Si pensamos con lógica el hecho de quedarse en casa requiere de un mayor consumo de electricidad, habría que establecer como obligatorio el uso de energías renovables, para contrarrestar toda la actividad. No obstante, algunos países lo han tomado de una forma diferente aumentando el precio de tarifas y colocación de impuestos para el consumo de servicios como el agua potable y electricidad, generando otro tipo de problemas en los ciudadanos (la salud mental).
El funcionamiento correcto del sistema de salud debe ser primordial, es un derecho para garantizar la preservación de la vida, y la seguridad social debe ser de calidad y accesible para todos –y esto definitivamente sí que es un desafío-. Estamos muy claros que no todas las personas pueden pagar un tratamiento de COVID 19 u otras enfermedades crónicas, o tener el poder adquisitivo para pagar un médico a domicilio y mucho menos costear gastos en una clínica privada.
Algo que ha salido a la luz en este tiempo de restricciones, son las otras consecuencias que ha tenido la pandemia a nivel de salud mental. Muchas personas sufrieron y siguen sufriendo problemas de depresión y ansiedad según datos de la OPS-OMS. Relacionado con el confinamiento (falta de contacto físico, relaciones sociales), pérdida de empleos, cierre de negocios/empresas, fallecimiento de familiares, incluso rompimiento de relaciones. Muchos casos de violencia intrafamiliar han salido a la luz, las situaciones de conflicto familiar pueden ser un detonante para sufrir de algún trastorno psicológico o una alerta para identificar problemas de salud mental.
Algunas preguntas para reflexionar ¿realmente aprendimos la lección? ¿Estamos dispuestos a enfrentar los desafíos tecnológicos? ¿Cuál es la posibilidad de que todos tengamos las mismas oportunidades? ¿Estamos preparados para una próxima pandemia? Respóndanse ustedes mismos y sigamos aprendiendo cómo voltear estas circunstancias de negativas a positivas, existe un gran potencial que explotar a nivel tecnológico y social y además hemos descubierto habilidades que ni siquiera imaginábamos tener, es un paso más para ser mejor.