Qgis – Un ejemplo de buenas prácticas en el modelo OpenSource
Cada vez que nos sentamos ante una empresa o institución que desea implementar una plataforma con enfoque de gestión territorial, acostumbrados a escuchar muchas voces negativas respecto a los modelos OpenSource, surge esta pregunta con ligeras variantes.
¿Quién responde por QGIS?
Nos parece responsable y muy normal, que un tomador de decisiones busque respaldar una acción que tarde o temprano podría ser auditada –por las buenas o por las malas-.
Lo que sucede es que los Modelos OpenSource cuesta justificarlos, en parte porque en la mayoría de casos, los funcionarios en puestos administrativos intentan entender lo que los info-tecnólogos ni siquiera podemos explicar. Pero también porque prácticas de actores desde el sector privativo intentan causar confusión, haciendo ver que el software libre no es profesional, que no tiene soporte o que tiene un futuro incierto.
Tanto el optimismo ciego como la mala intención son de considerar, teniendo en cuenta que muchas iniciativas de código abierto han quedado en el camino. También porque una estrategia de migración al código libre no debe venderse como una disminución total de costos sino como una oportunidad para potenciar el conocimiento, que requiere un complemento en capacitación e innovación sistemática que para ser honestos, es todavía más difícil de vender… y cumplir.
El caso de Qgis es un interesante modelo, del que se podrá escribir libros algún día. No es la primera, ni la única; casos exitosos como WordPress, PostGIS, Wikipedia y OpenStreetMap muestran similitudes entre el altruismo y la oportunidad de negocios aprovechando la colaboración tras democratizar el conocimiento. Y es que en el fondo, no se pretende coartar las oportunidades del sector privado ni tomar actitudes en contra de las marcas de prestigio que han conformado el mercado; más bien se trata de no limitar las posibilidades de innovación y desarrollo del ser humano a través de las herramientas tecnológicas, de manera responsable.
Pero en definitiva, las mejores prácticas que un Proyecto OpenSource pueda aplicar debe equilibrar entre el diseño funcional, la arquitectura, la imagen corporativa, la gestión de la comunidad y mucho más importante, la sostenibilidad; palabra que no cabe aquí con el mismo tono que usábamos en el sector Cooperación. Me gusta más la palabra Lucro colectivo.
Quienes respaldan Qgis
Es interesante que la versión de Qgis que será lanzada en el mes de Marzo de 2016, cuenta con las siguientes instituciones:
Patrocinadores de Oro:
Asia Air Survey, Japón. Desde 2012 esta es la institución con más aportes al proyecto Qgis; que en el caso del lejano oriente es responsable de promover el desarrollo de tecnologías de alta calidad para el sector geoespacial.
Patrocinadores de Plata:
- Sourcepole AG, Suiza
- Estado de Vorarlberg, Austria
- Oficina de Obras Públicas, Irlanda
- Universidad de Ciencia y Tecnología, Polonia
Estos patrocinadores nos muestran tanto el apropiamiento que ha tenido en contexto europeo, como la combinación entre el sector Público, Privado y Academia. Vea que no son países económicamente pudientes, pero el nivel de tecnificación de los procesos en estas dependencias que patrocinan Qgis son de respetar, al grado de poder justificar dentro de sus inversiones, el soporte para una plataforma que es de toda la comunidad mundial.
También es interesante ver que en estos países no hay extrema pobreza ni necesidad de abaratar costos en materia de software. De modo que el OpenSource es una tendencia más por la innovación y potenciación del conocimiento colaborativo.
Patrocinadores de Bronce:
Europa
- Argusoft, Alemania
- GKG Kassel, Alemania
- ADLARES GmbH, Alemania
- GFI – Gesellschaft für Informations technologie, Alemania
- Openrunner, Francia
- Lutra Consulting, Reino Unido
- Royal Borough of Windsor and Maidenhead, Reino Unido
- Avioportolano Italia
- Molitec, Italia
- GIS3W, italia
- Trage Wegen vzw, Bélgica
- GIS-Support, Polonia
- MappingGIS, España
Como se puede apreciar en esta lista, hablamos tanto de empresas sólidamente establecidas, como de emprendimiento reciente. Aquí nuestro mérito a MappingGIS, la primera empresa del contexto hispanohablante en apuntarse a este patrocinio.
Es importante entender, que mientras existan empresas privadas patrocinando el software libre, tendremos empresas serias brindando soporte, no solo tendremos desarrolladores freelance metidos en garajes, escribiendo código y mezclando cerveza con adrenalina. Sino más bien profesionales contratados por empresas bajo proyectos específicos, con metas, estándares y garantías de calidad.
Por supuesto que la adrenalina y el olor a ratas de garaje son necesarias, para darle ese sabor de innovación a proyectos de gran envergadura, que por experiencia, sabemos –casi– deben nacer allí.
América
Asia y Oceanía
Los últimos dos listados nos muestran que el campo es todavía virgen en la búsqueda de patrocinadores. Pero si tienes cuatro instituciones alemanas, una francesa, tres italianas y dos inglesas… seguro no van más allá para no perder el ímpetu. Queda por explotar medio oriente y Estados Unidos, donde con pinzas es factible encontrar voluntad, así como algunos países de Latinoamérica donde el Proyecto gvSIG ha demostrado que también es posible.
Los orquestadores del proceso.
El software OpenSource requiere visionarios que estén clavados el horizonte, sean estos voluntarios o pagados. Esto, para que todos los esfuerzos sean coordinados y no recaiga el peso sobre una o dos personas que no son multifacéticas. Para esto, Qgis tiene un Comité de Dirección del Proyecto que se compone de los siguientes miembros:
- Gary Sherman (Presidente)
- Jürgen Fischer (Director de prensa)
- Anita Graser (Diseño e Interfaz de Usuario)
- Richard Duivenvoorde (Gerente de Infraestructura)
- Marco Hugentobler (Gerente de Código)
- Tim Sutton (Testeo y Aseguramiento de la Calidad)
- Paolo Cavallini (Finanzas)
- Otto Dassau (Documentación)
Es interesante, que no son nombres extraños cuando recordamos el Hashtag #qgis en Twitter o los usuarios experimentados en los foros de soporte. Esto demuestra lo comprometidos que están con el proyecto, dando la cara al estilo de los del contexto anglosajón: sin vanagloria de lo que saben, sin buscar sobresalir, con tarjetas de presentación que ni siquiera tienen el apellido.
Gracias a este equipo de orquestadores, han logrado un nivel sorprendente de confianza interesante de sistematizar; luego de lo que he conversado con usuarios que de forma voluntaria y profesional se han llegado a involucrar en los equipos de mejora de experiencia para el usuario y documentación. También es importante aportar, que esta agresividad y organización del proyecto Qgis es reciente; pero vaya que lo han logrado hacer tan bien. Probé por primera vez esta herramienta en Julio 2009, justo en los días de ocio por culpa del Golpe de Estado de Honduras. Hoy, me llama la atención la opinión de los usuarios fieles, materializada en satisfacción con la versión actual y tranquilidad que lo que le hace falta está en la lista de deseos que pronto podrá ser complacida.
La Comunidad de Usuarios
Indudablemente la vida de un software libre está en la comunidad. Allí están los usuarios obsesivos que se descargan el build diario, solo por probar qué de novedoso trae, los miedosos que esperan que esté oficialmente testeada, los locos colaboradores que regalan su código a cambio de un porro de marihuana, los que dan consejería gratuita y hasta nosotros los escritores que aprendimos a hacer investigación sistémica en los ratos que no tenemos el látigo en la mano. Interesante como nunca lo vimos antes, con todas las posibilidades de comunicación que hoy nos ofrece este mundo.
Me gusta la imagen siguiente, porque es el primer certificado catastral que vi hacer a un técnico municipal. Perfecto como debe ser. Solo con Qgis. Sin que le diéramos capacitación.
Seguro las buenas prácticas del Proyecto Qgis en materia de patrocinio sostenible, alianzas estratégicas, ruta de tiempo agresiva, creciente comunidad y presencia corporativa podrán ser de utilidad para otros esfuerzos dentro del entorno Crowdfunding.