Una gran vacación en + de 10 fotos

Con todo y lo que quisiera, la vacación de Semana Santa llegó a su fin.  No se si mis hijos remembren así estos viajes, pero me sucede que lo que más recuerdo de los días que mi padre estuvo por estas tierras, es cuando me pedía que preparara mi maleta, con los zapatos de talón alto, que eran eficaces ante la mordedura de serpientes; también me pedía que llevara la gorra de malla en la frente, para prevenir que las espinas me dañaran el rostro.

Esas eran jornadas maravillosas, me llevaba a recorrer cada uno de los linderos de una propiedad por la que luchó toda su vida, casi puedo recordar cada paraje con las palabras exactas:

De ese Quebracho tiramos hasta la quebrada, haciendo un quiebre por la casa de la Señora Virginia…

Ahora subimos este cerco vivo, por toda la línea de Pie-venado…

Subiendo este risco, llegamos a la cumbre del cerro Zatoca, pegando con la propiedad de Avilio.

Mis viajes no son exactamente igual, tampoco he repetido la misma rutina ni época del año.  Internet y Facebook me han enseñado que no es sano, ni seguro, y que inclusive se debe contar después para prevenir incidentes negativos.

Aquí les dejo las fotos más significativas de este viaje, que ya terminó.

En las aguas termales, la cascada es agua hirviente del Spa Luna Jaguar, combinado con la fría corriente del río es simplemente delicioso.

Aquí 18 Conejo meditando en 300 formas de cómo mejorar su caligrafía.

Los chicos con una cabeza que dicen los historiadores no logran ubicar donde estaba.  Con la semejanza de las figuras persas, seguro que alguien la trajo de otro lado para tomarles lo que les queda de pelo.

Una buena jornada, presenciando como preparan las alfombras de aserrín, por la mañana están finalizando.  Hasta 16 horas de trabajo, que termina en 15 minutos de la procesión del Jueves Santo.

Para no perder la costumbre, se convirtieron en peces como tres horas del día más soleado.

Dios, líbrame que no estén hablando de novios…

Para técnica para estratégicamente hacerle una lazada con nudo Scout al zopilote.  (en esta zona, amarrar el zope se llama al acto común de vomitar)

En la réplica del Templo Rosalila, en el museo de Copán Ruinas.

Aquí, en la zona de túneles.  Sucede que estos Mayas construían ciudad sobre ciudad, para opacar la gloria del gobernante anterior, y para conocer algo hay que hacer túneles por donde se puede medio ver las ciudades sepultadas.  Herencia que lastimosamente le heredaron a los políticos, que hacen lo mismo en versión perversa.

Por comida… no hay de qué preocuparse. Excepto mi colesterol. Al frente, unas Sincronizadas, al centro el condimento y al fondo, mi hija atragantándose unos tacos del Restaurante Zots. Los mismos que soltó una hora después en la carretera.

Solo son adorables.

El Fuerte San Cristóbal, en el viaje de regreso

Con dedicatoria especial a mi amigo de Houston.